Acompáñanos en un recorrido por los tres parques naturales de Andorra que harán que te enamores perdidamente de su naturaleza.
El Valle de Madriu Perafita y Claror
Es el primero en nuestra lista de parques naturales. Esta impresionante zona fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 2004. Ocupa 4.247 hectáreas, lo que representa el 10% del territorio total del país y se extiende por las parroquias de Encamp, Andorra la Vella, Sant Julià de Lòria y Escaldes-Engordany, Aquí, la naturaleza se entrelaza con la historia y la cultura, creando un paisaje único. Adéntrate en los senderos que atraviesan antiguos caminos de pastores y déjate cautivar por los paisajes de montañas y prados verdes.
Como atractivos naturales podrás disfrutar de picos, como el de la Portella, el más alto del parque (2905 m.) o el Pic Negre. Una treintena de lagos como el de l’Illa, el segundo más grande de Andorra, o el Montmalús. Así mismo en el parque se puede encontrar la presencia del 70% de especies de fauna y flora del Principado.
Por otro lado, el patrimonio cultural en esta zona conserva vestigios de la vida tradicional de los habitantes de Andorra. Como antiguas bordas de piedra, orris (cabañas de pastores) y caminos ancestrales. No es de extrañar que haya sido reconocido como un tesoro.
Para acabar, te contamos una curiosidad: gracias al río Madriu se produce el 15% de la energía eléctrica del país y suministra de agua potable al 20% de la población.
El Parque Natural de Comapedrosa
Seguimos por nuestro circuito y no puede faltar otro de los parques naturales del país. Se encuentra en la parroquia de la Massana, tiene una superficie total de 15,42 km2. y en él se encuentra el pico más alto de Andorra: el Comapedrosa con 2.942 metros de altitud. Recorrer los caminos de este parque es un paraíso para los amantes del senderismo en Andorra. Te cautivará con sus imponentes cumbres, valles y cascadas. Podrás disfrutar de distintas rutas como por ejemplo al Pla de l’Estany, alcanzar la cima del país (solo apto para expertos) o pasear siguiendo el río Pollós. Además, tendrás la oportunidad de contemplar especies de fauna y flora autóctona.
De los tres parques naturales es el único que ha recibido la distinción Reserva Starlight. Es un reconocimiento que otorga la fundación con el mismo nombre que considera que una zona tiene condiciones óptimas de preservación de la oscuridad. Se considera el cielo más oscuro de todo el país ideal para organizar salidas de observación astronómica.
El tercero de los parques naturales: Sorteny
Por último, pero no menos importante, nos dirigimos al parque natural de Sorteny, de 1080 hectáreas de superficie. Es el primer parque natural que se creó en Andorra en el año 1999. Situado en la parroquia de Ordino, fue declarado reserva de la Biosfera de la Unesco en octubre de 2020. Es un paraíso para los amantes de la botánica y los entusiastas de la fotografía. Cuenta con un jardín botánico donde observar parte de la diversidad de flora con más de 700 especies de flores y plantas. Es punto de salida de multitud de rutas de senderismo y en invierno es famoso por sus rutas con raquetas de nieve. En este parque natural se encuentran dos de los picos más altos del país el Estanyó (2.915 m.) y el de la Serrera (2.913 m.)
Además, forma parte del parque pirenaico de las Tres Naciones, junto al del Comapedrosa, el Pyrénées Ariégeoises y el del Alto Pirineo. Uno de los puntos más emblemáticos es el pico de la Medacorba que es el punto de confluencia entre Andorra, Francia y Catalunya.
Actividades en los parques naturales
Desde la imponente grandeza del Comapedrosa hasta la exuberante belleza de Sorteny, pasando por el encanto histórico de Vall del Madriu. Todos los parques poseen una particularidad que los hace únicos y distintos a los otros. En lo que todos coinciden es que son zonas de gran valor natural que merecen ser conservadas y cuidadas. Los parques naturales cuentan con un buen abanico de actividades al aire libre, como rutas de senderismo a pie, con la posibilidad de contratar guías profesionales. Son olvidar, la escalada y las vías ferradas, rutas a caballo o de ciclismo de montaña e incluso esquí de montaña en los meses de invierno.
Así que no lo dudes más, ponte tus botas de montaña y aventúrate en estos paraísos naturales. ¡Y no olvides tu cámara, porque aquí encontrarás instantáneas dignas de postal!
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